El
vaquero con cara de caballo.
Vagando
por la campiña en mi Datsun 78, divise un hombre a caballo, me pareció
interesante y me detuve a observarlo, como no tenia excusa para darle al hombre
a caballo de porque me detenía invente que a mi Datsun 78, un auto (si se le
puede llamar auto) con la defensa abollada, un farol roto, un azul tan
desgastado como el motor y la salpicaderas con mas golpes que boxeador
fracasado le pasaba algo al motor, así que me detuve, abrí el cofre y empecé a revisar el motor
(supuestamente con fallo), en ese momento el hombre se bajo del caballo, y comencé
a observar a ambos.
El
vaquero amarro la rienda en uno de los postes que forman el cerco de los
potreros, inmediatamente le puso la mano en la nuca al caballo y le dijo algo,
quizá le dijo “gracias amigo” o “buen trabajo compañero” o “de esto se trata
socio”, a lo cual el caballo respondió moviendo la cabeza, quizá diciendo, “de
nada amigo” o “para eso somos compañeros” o “ya sabes, haces tú parte y yo la mía”,
no lo sé; lo cierto es que en ese momento entre como en un éxtasis observando a
los dos personajes.
El
vaquero empezó a perforar la tierra con una barra de hierro, cada tres pasos
(pasos largos de vaquero) hacia un hoyo, el caballo cerraba los ojos en cada
golpe de la barra a la tierra y luego movía la cabeza como diciendo --buen
golpe amigo (o compañero, o socio) y el vaquero lo miraba con el rabo del ojo
como diciendo --ves como trabajo amigo (o compañero, o socio).
Me
pareció como que conversaban, porque el vaquero decía algo y el caballo movía
la cabeza o hacia algún movimiento brusco y relinchaba, tome por hecho la
conversación entre el vaquero y el caballo y empecé a entender lo que se
decían.
El
caballo pregunto al vaquero porque tantos hoyos (movía la cabeza y relinchaba),
el vaquero puso el pie sobre uno de los postes que iba a enterrar (por cierto las botas que no eran vaqueras
estaban manchadas de barro y estiércol de vaca; un vaquero sin botas vaqueras
pensé) las manos la tenia apoyadas en la barra y contesto: las vacas son
animales tontos y hasta locos diría yo, habiendo tanto pasto verde de este lado
quieren el del otro lado de la carretera, así que rompen el cerco y se pasan al
otro lado-- y ¿cuál es el problema? pregunto el caballo-- que pueden causar un
accidente a algún automovilista, contesto el vaquero--¿ como el que nos está
mirando? dijo el caballo- ese no es un auto replico el vaquero. Eso era para mí,
se dieron cuenta que los observaba y tuvieron la osadía de decir que mi Datsun
78 no es un auto, que rabia que me dio, pero me la aguante porque quería
ver en que terminaba todo.
El
caballo quedo como ensimismado pensando en las vacas- ¿que las vacas son locas?,
pensó- si, tienen esos ojos como idos, siempre están mirando a la nada y con
cara como de babosas, claro que van a querer pasar al otro lado de la calle. El
caballo pensaba y el vaquero tensaba alambre de púas; a veces se decían algo,
algo banal, algo sin importancia; empecé a notar que tenían algo en común y no
era que son amigos (o compañeros o socios), algo mejor, “comunicación”, ese
algo que nos hace ser parte el uno del otro, eso que hacer que una relación
funcione.
Después
de cinco postes sembrados y seis líneas de alambre de púas tensadas, el vaquero
termino y saco una botella plástica con agua y bebió agua y le dio a su amigo
(o compañero o socio) el caballo, pensé: ¿un vaquero que bebe agua de una
botella plástica de una marca reconocida?, ¿Qué ya no usan alforjas o
cantimploras?, de pronto me di cuenta de
algo; el vaquero y el caballo tenían algo extraño, conversaban tanto que uno se
parecía al otro y viceversa, quizá eran tan amigos, o tan compañeros, o tan
socios que “el vaquero tenía cara de caballo y el caballo cara de vaquero”,
cosa ridícula pero cierto; el vaquero con cara de caballo se refrescaba con el
agua de la botella plástica y el caballo con cara de vaquero pelaba los dientes
como sonriendo, como contento que el vaquero con cara de caballo estuviese
pasándola bien bebiendo el agua de la botella plástica; entendí que si eres
amigo, compañero, o socio de alguien y además tienes una muy buena
comunicación, tendrán una muy buena relación y además te parecerás a él; como
el vaquero con cara de caballo y el caballo con cara de vaquero.
El
vaquero con cara de caballo dejo de beber agua y me miro, no supe que hacer y
solo levante la mano saludando, el
caballo con cara de vaquero susurro algo al oído de el vaquero con cara de
caballo y luego grito dirigiéndose a mí: ya vio todo entre nosotros dos (movio
la mano señalando al caballo con cara de vaquero y a el mismo) así que ahora váyase. Serré el
cofre del auto (si se le puede llamar auto) y me marche.
Conduje
por la campiña por un buen rato, de pronto comencé a decir en voz alta: vaya
que amistad, o compañerismo, o sociedad la de estos dos, son tal para cual,
“son geniales” grite; de pronto la rueda delantera del Datsun 78 cayó en un
hoyo de la carretera, “hay carrito chulo
¿estás bien?”, dije al Datsun 78. En ese momento quede perplejo, atónito,
estupefacto- ¿será que el Datsun 78 es mi amigo, o compañero, o socio?, ¿será
que el tipo que observo la conversación entre el vaquero con cara de caballo y
el caballo con cara de vaquero tiene
cara de Datsun 78?