Madre.
Son tus amores los
amores de la tierra, y en tus lomos caminan tus hijos orgullosos y altivos. En
tu ceno consuelas al vil que hiere a su hermano y al noble que en bien vive.
Aras tu pecho para dar el fruto de tu amor y en el consuelas al mundo, es tu orgullo el triunfo de los hombres y tu dolor el sufrimiento de sus hijos.
Aras tu pecho para dar el fruto de tu amor y en el consuelas al mundo, es tu orgullo el triunfo de los hombres y tu dolor el sufrimiento de sus hijos.
Destino es el
sepulcro frio si tus frutos amenazan, si el malvado en vil empresa a tus hijos
quiera herir. Izas bandera de amor y en fiera valentía tú rebaño a defender.
En el silencio
guardas tus heridas y en tu pecho tus dolores; orgullosa y compasiva caminas
aunque tu alma en mal viva y en tu pecho haya herida.
Tienes el don de la vida y del amor eterno, sufres por amor y amas con pasión, sostienes al mundo en tus brazos y en tus cuidados se deleita la vida.
Tienes el don de la vida y del amor eterno, sufres por amor y amas con pasión, sostienes al mundo en tus brazos y en tus cuidados se deleita la vida.
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