domingo, 19 de enero de 2020

Invierno

Solitario en la pradera vio como caia la primera hoja; las siguientes mil hojas. De lo que fué la sombra que un dia le dió cobijo solo quedan ramas solitarias, sin valor ni sombra  ni alegria. 
El manto triste y decrepito se apoderó de su entorno, de sus huesos, de su voluntad y sus fuerzas. De las ganas de recorrer la pradera. De vivir.
El otoño triste, gris y desolado es el vínculo premonitorio de un invierno de soledad y muerte.
De las almas que buscan refugio en el olvido, de los que no quieren vivir. 
Parado frente al estanque espera ansioso; de las aguas amargas sacia su sed, de un verano muy lejano alimenta su tristesa, de un invierno de muerte, encuentra paz.

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