Deja un resquicio en tu ventana y una vela encendida, deja un dejo de esperanza implícita en tu mirada y una luz en tu sonrisa. Que de los sueños imposibles se alimenta el alma, de la utopía que trae el viento al verte llegar (inocente, inadvertida). Hazme iluso en tu sonrisa sin dedicatoria; no me dejes caer, que acostumbro a perder las batallas sin pelearlas; he muerto tantas veces en la orilla que al sentir una pequeña brisa mi barca se hunde, mi fachada se cae y mi esperanza se muere. Pelea la batalla por mi, que no tengo fuerza y mi voluntad es débil ; más de quinientas noches de olvido súbitamente interrumpidas por tu voz de hielo, por la estúpida ilusión que termine en un tibio beso. Intento ver el sol atraves del la bóveda gris de este frío invierno, morir en la mentira de este milagro de ti. Darle a esta monótona agonía el tiro de gracia de tu recuerdo, de la paz que encuentro en ti. (Falaz, sin fundamento) Ilusoria.
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