Bella la flor que al sendero de tus pasos da vida;
dichoso el viento que de ti toma aromas, formas y colores.
Soñadores mis ojos que al fresco de tu sonrisa,
vuelan tal ave que surca los cielos de tus amores.
Musa que a mis letras pones vida, y al curso de mis
tiempos luz.
Lucero que invitas a perderme en tus obscuros, para
encontrarte en la gloria de tus besos.
Nada falta a mi mundo; todo sobra en esta vida; son
tus ojos mi mundo y tu pecho mi mejor tesoro.
De tu cintura cuelgan mis ilusiones, en tus veredas
el rumbo a la felicidad.
Dame vida con tu aliento, para que muera yo; para
resucitar en tu pecho.
Para vivir una vez más.
Para vivir una vez más.
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