(Mi pecado, mi ángel)
Un día en una reunión no planeada con él psicólogo le
comentaba a cerca de mis miedos y sueños; me sugirió que escribiera todo en
cuánto a eso. Le comenté que efectivamente ya lo estaba haciendo, y le mostré
mis notas.
Al estar leyendo vi como las expresiones de su rostro
cambiaban entre sonrisas y caras de preocupación; al terminar de revisar mis
notas me pregunto qué quien era ese ser que tenía el poder dé hacerme conocer
los dos lados de la vida (cielo, infierno).
Yo sólo pude contestar: dentro de lo terrenal es lo
más mundano y dentro de lo divino es la gloria donde quiero desgastar mis años;
es mi más bello pecado y mi ángel.